Convento de San Francisco
Con este nombre nos referimos al antiguo convento franciscano de Ntra. Sra. de Belén, fundado por la Bula del Papa León X expedida en 1518. El convento permaneció activo hasta la desamortización de Mendizábal a principios del siglo XIX, y desde entonces se dividió en dos partes, el templo siguió perteneciendo a la Iglesia, que la creó parroquia en 1954, y la otra, prácticamente todo el monasterio, que hoy es una Hospedería. Pero ambas partes se identifican como San Francisco.
En este lugar se encontraba una ermita extramuros de la villa de gran devoción a la Virgen de Belén. Tras ceder los Condes este edificio y solar para un convento de la orden de San Francisco, el nombre fundador fue el de la Virgen. El convento cuenta con una rica historia y un hermoso patrimonio que se perdió en la Guerra Civil. Hoy se conservan los grandes volúmenes de sus capillas entorno a la nave central donde quedan ecos de estructuras que se han ido superponiéndose. Podemos contemplar una unidad, que formaba la capilla de las Ánimas con bóveda gótica con nervios rectos y curvos, que se decoran con taqueados junto a un arco plateresco. Esta capilla pudo ser el lugar primigenio del convento dada la disposición de la torre espadaña y su integración en el claustro. La iglesia es del siglo XVII, restaurada tras la Guerra Civil. Hoy cuenta con las capillas de Jesús en la Oración en el Huerto, la capilla de la Virgen de Belén, la capilla de San Antonio, la capilla del Santo Entierro, el panteón de la familia Cívico y la capilla de Santa Gema.